El pasado diciembre se publicaba en la revista Systematic Rewiews de BioMed Central un artículo bajo el nombre de "Intervenciones educativas para médicos generales, en la identificación y manejo de la depresión como factor de riesgo en personas jóvenes", escrito por dos investigadoras de la Universidad de Nottingham (Reino Unido).
Como contexto presentan al suicidio entre los jóvenes como un problema de Salud Pública, con datos escalofriantes, como que es la segunda causa de muerte entre los adultos jóvenes, con una cifra global de 164000 suicidios al año entre los menores de 25 años.
Afirman que un 45% de aquellos jóvenes que consuman el suicidio habían consultado en el mes previo, bien con su Médico de Familia, bien con un Psiquiatra.
Como factores de riesgo hablan de la depresión y el consumo de tóxicos, este último entre los más jóvenes, como principales. También destacan: los antecedentes familiares de suicidio, el sexo masculino, las malas relaciones entre sus compañeros, vivir alejados del núcleo familiar y los antecedentes personales traumáticos, como el abuso sexual. Los intentos previos y los gestos parasuicidas también se relacionan con el suicidio exitoso posterior.
Sostienen que al ser un problema de salud pública la prevención debe venir desde varios frentes: desde la Atención Primaria, como puerta de entrada al sistema; desde las familias y la escuela y además, elaborando programas de salud preventivos a nivel comunitario.
Como conclusión refieren que las intervenciones educativas por parte de los Médicos de Familia, en el manejo del comportamiento frente al suicidio en los jóvenes, es efectivo y debería fomentarse y formar bien a estos profesionales que, como ya hemos dicho, son puerta de entrada al sistema y servirían de ayuda al 100% de la población que les consultase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario