Para esta semana de festividad general y puente para aquellos afortunados que puedan disfrutarlo, les propongo el visionado de la película El Doctor de Randa Haines, de 1991.
El protagonista de la película, El Doctor, personaje frío, distante y prepotente cirujano es diagnosticado de una enfermedad que limita sus actividades habituales, pasando a ser un paciente más de su propio megahospital.
Se ve en el otro lado del sistema sanitario estadounidense, viéndose afectado por burocracia e incluso errores administrativos con consecuencias directas sobre sí mismo y sus cuidados. El carácter del personaje va cambiando con el avance de la película, mejorando y enriqueciéndose por minutos.
Es interesante ver la película, aunque existe cierto tono melodramático, por las implicaciones éticas y habilidades o torpezas de la entrevista clínica que se pueden extraer:
- Médicos poco o mal comunicadores.
- Paciente hostil y maleducado.
- Aparición de los paralenguajes, el lenguaje no verbal.
- Solicitud de encubrir acciones médicas poco ortodoxas.
- El trato hacia los residentes desde un plano superior.
- El trato hacia los pacientes de forma despótica y prepotente.
- La empatía o falta de ella con respecto a los pacientes...
¡Espero que os guste!
Sandra Robles.
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