Joan A. Ochera nos ofrece una sesión sobre abordaje de Demencia desde Atención primaria, insistiendo en medidas no farmacológicas.
Se acompaña de consejos de comunicación para pacientes con Demencia, consejos para cuidadores y adecuación del hogar.
RECOMENDACIONES PARA LA COMUNICACIÓN Y ACERCAMIENTO CON LA PERSONA CON DE DETERIORO COGNITIVO / DEMENCIA.
Existen
una serie de consejos prácticos a la hora de establecer
contacto con esta persona, especialmente si se muestra agitada
o irritable. Se considera útil, según la experiencia clínica y el
consejo de los expertos:
-
La distancia ideal de comunicación se sitúa entre 0,40 y 1,20 m para
no penetrar en su «espacio íntimo», arriesgándonos a desencadenar una
crisis de agresividad, oposición o inhibición.
-
Abordar a la persona enferma de frente: las aproximaciones
laterales o posteriores son interpretadas como una actitud hostil.
Por la misma razón, es conveniente no abordarlo desde una posición
elevada, sino igual o inferior a la suya.
- El contacto debe ser benévolo: cogerle la mano puede favorecer el mantenimiento de su interés y de su atención.
- Dirigirnos a ella por su nombre y mirarle a los ojos para que entienda que queremos hablarle. Mantener el contacto visual.
- Identificarnos, decirle quiénes somos.
- Emplear un tono adecuado de voz, pausado y tranquilizador.
-
En todo momento, hablarle con respeto y preferentemente de usted
(sobre todo los profesionales sanitarios o el personal responsable de
cuidarles).
- Utilizar palabras y frases sencillas, un lenguaje muy simple.
- Evitar hablarle en tono interrogativo. Hablarle en tono asertivo dándole información
que le ayude a encontrar las respuestas (nuestro nombre, el día que es hoy…)
- El empleo de consignas explícitas, concretas, cortas y simples, permite una mejor integración.
- Hay que dedicar el tiempo necesario para escucharle, aunque el discurso no sea coherente.
- Evitar situaciones de fracaso: si no han podido ser controladas, habrá que desdramatizarlas.
- Diferir la intervención en caso de comportamiento inadecuado, favoreciendo así su corrección eventual.
- Reforzar siempre verbalmente los comportamientos adecuados.
CONSEJOS PARA CUIDADORES
La actitud que debería tener la persona cuidadora es:
- Aceptar el carácter progresivo de la enfermedad, y la ausencia en la actualidad de tratamiento “curativo”.
-
Comprender que muchos de los SCPD no tienen un tratamiento
específico y que podemos utilizar medidas terapéuticas de limitada
eficacia.
- Tener una actitud paciente y tolerante.
-
Comprender que las actitudes, creencias y comportamientos anómalos que
presenta el paciente son síntomas de la propia enfermedad, al igual que
lo son el déficit de memoria u otros déficits cognitivos.
-
Comprender que la resolución de los SCPD no depende de que
se expliquen al paciente ni de su fuerza de voluntad para
resolverlos.
- Observar el
contexto en el que aparecen los SCPD, los factores
predisponentes o desencadenantes y las maniobras o intervenciones que
los disminuyen o suprimen.
-
Solicitar la ayuda de otros miembros de la familia, instituciones y
asociaciones para no desempeñar la tarea de cuidador en solitario.
- Solicitar ayuda profesional si aparecen síntomas y signos de sobrecarga o claudicación en la tarea de cuidar.
ADECUACIÓN DEL HOGAR
La adaptación del entorno de las personas afectas de deterioro cognitivo se debe realizar precozmente.
- Entorno estable, ordenado y sencillo.
- Iluminación natural siempre que sea posible. procurar un entorno seguro y bien iluminado, sin espejos.
- Interruptor cerca de la cama para evitar tropezar en la oscuridad.
- Dibujos o fotos en habitaciones, notas identificativas en puertas del domicilio.
- Eliminar tapetes y alfombras.
- Barandillas a los lados de la cama cuando comiencen con inestabilidad.
- Eliminar muebles innecesarios en la habitación.
- Plato de ducha con asidero en lugar de bañera.
- Colocar seguro en las ventanas.
-
Pasamanos en la escalera. Interruptores al principio y final de la
escalera. En primer y último escalón, colocar franja reflectante.
- Eliminar objetos de la mesa y encimera que no sean imprescindibles.
- Detector de humos en la cocina.
- Reloj en pared con números grandes.
- Grifos fácilmente graduables.
- No utilizar ambientadores fuertes que puedan sobreestimular al paciente.