Este blog y quien escribe quieren dedicar a la Dra. Gloria Rabanaque, médica de familia y de la comunidad, un sincero homenaje, que no una despedida.
La Dra. Rabanaque es una Médica, en mayúsculas. Convencida de la Atención Primaria, sus pacientes no olvidarán su dedicación, su empatía, y el cuidado puesto en el desempeño de su labor.
Sus compañeros no olvidaremos el contacto con ella como compañera de trabajo; como compañera docente de la que todos hemos aprendido, no solo sus residentes; como coordinadora de una Zona Básica con todas las dificultades previsibles e imprevistas, intentando ser justa, siendo asertiva…
Y personalmente no olvidaré la honda impresión que me causó cuando fui conociéndola hace ya 16 años. Llegué como adjunto de segundo año a la zona de Segorbe un par de días antes de que Gloria ocupara su plaza en los consultorios auxiliares, rurales, de Navajas y Gaibiel. Hice la residencia de familia en otro lugar, y por eso nunca tuve la oportunidad de ser su residente.
Conforme fui conociéndola, mi reconocimiento y admiración fueron en aumento. A sus virtudes como médica se añadía el hecho de ser una persona activa y vital con intereses culturales que acudía a trabajar con unos dulces para amenizar la sesión. Además leía, cuando no publicaba, literatura científica y colaboraba en grupos de trabajo, tutorizaba residentes, y atendía a las necesidades de su familia. Y todo ello, habitualmente, con una sonrisa en la boca. Para mi era, es y será una médica y persona referente.
Te echaremos de menos, Gloria.
J. A. Ochera
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